Celebramos la festividad de los Santos Inocentes, mártires, niños que fueron ejecutados en Belén de Judea por el impío rey Herodes, para que pereciera con ellos el niño Jesús, a quien habían adorado los Magos. Fueron honrados como mártires desde los primeros siglos de la Iglesia, primicia de todos los que habían de derramar su sangre por Dios y el Cordero. (elog. del Martirologio Romano)
Hoy hacemos presente a tantas víctimas inocentes, a tantos niños que han sido y son víctimas de la fuerza y el poder de los adultos. Son muchos casos de sufrimiento infantil: el asesinato de niños, el abuso sexual, la esclavitud a la que se ven sometidos o a las carencias más básicas a las que están abocada la infancia: comida, agua, educación, afecto, sanidad. Ciertamente, es un día para llamar a las cosas por su nombre y traer a la memoria a tantos niños que no disfrutan de la vida en este mundo.
Hoy hacemos presente a tantas víctimas inocentes, a tantos niños que han sido y son víctimas de la fuerza y el poder de los adultos. Son muchos casos de sufrimiento infantil: el asesinato de niños, el abuso sexual, la esclavitud a la que se ven sometidos o a las carencias más básicas a las que están abocada la infancia: comida, agua, educación, afecto, sanidad. Ciertamente, es un día para llamar a las cosas por su nombre y traer a la memoria a tantos niños que no disfrutan de la vida en este mundo.
Puedes escuchar las reflexiones del delegado diocesano de medios de comunicación, Rvdo. Rafael Pérez Pallarés, en el programa de Canal Sur Radio "Palabras para la vida" pincha aquí.
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