La Palabra de Dios no es algo oculto y cerrado que encontramos sólo en la Iglesia, está inserta en cada corazón, en cada hombre que realiza todo lo bueno que Dios ha puesto en ellos.
En este año que el Papa ha dispuesto para la reflexión, meditación y contemplación de la Palabra de Dios, quisiera regalaros una pequeña reflexión sobre la Palabra de este Domingo III del Tiempo Ordinario, 22 de enero, que elaboré para nuestros amigos del Grupo P.A.S.E.
En un comentario por Facebook les agradecía al Grupo católico la oportunidad que me brindaron de compartir esta reflexión. Y les decía, que esperaba que les gustase, porque está hecha con unas gotitas de PAZ, tres cucharaditas de AMOR, SOLIDARIDAD en polvo y un gran vaso de ESPERANZA, porque me considero ese pequeño gourmet que trata de probar el sabor, la fineza y la calidad de nuestra Iglesia Esteponera. Para saborearla pincha aquí, y deseo que endulce vuestros exquisitos paladares.
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