En la solemnidad de la Epifanía del Señor, es decir, la manifestación del Señor a todas las naciones.
Os deseo de corazón que los Reyes de Oriente que trajeron al niño sus regalos más preciados (oro, incienso y mirra), os tengan preparados vuestros regalos, y que el Señor manifestado a todos los hombres os colme de sus bendiciones.
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